Mientras se alejaba, en su cabeza aún resonaban las palabras de despedida de aquel viajero con el que había compartido parte del camino: “recuerda, no importa cuan formidables sean los paisajes, ni cuantas personas conozcas en tus viajes, lo que importa es tu actitud y lo que seas capaz de percibir en tus encuentros con esas personas y con la naturaleza. Si nada resuena dentro de ti, nada te servirá para crecer y para sentir, aunque recorras todo el mundo y te encuentres con todas las personas". Sin duda aquel encuentro no fue uno más… -->
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