Es prácticamente imposible con los medios técnicos de que disponemos.

Por otra parte, es normal que el guía consulte los mapas, apuntes o herramientas de orientación a pesar de que los itinerarios hayan sido recorridos previamente; hay excursiones complejas de realizar, a lo que hay que añadir las modificaciones naturales e intervenciones humanas que hayan modificado el entorno desde el último momento en que se recorrió.

Se debe considerar que la propia naturaleza y la acción del hombre cambian el paisaje y su fisonomía (caminos asfaltados, nuevos vallados, desprendimientos, crecidas de agua, crecimiento de la vegetación), encontrándonos con alteraciones que pueden aconsejar variar el recorrido o incluso desistir de él.

Hay casos especiales que, por diversas razones, aconsejan modificar el recorrido durante su realización, pudiendo repercutir en la variación de las características de la excursión, siempre por una causa justificada que lo aconseje; por ejemplo una cacería.

La experiencia del guía, conocimiento del medio, sus herramientas de orientación y de comunicación, hacen que en cualquier caso el riesgo sea mínimo, incluso en las situaciones más adversas y con grupos muy heterogéneos.